No serán 1 ni 2 veces las que probablemente comamos en esta mítica cadena de restaurantes. Aunque la idea es probar en todo momento cosas nuevas seguro que habrá momentos en los que un buen Big Mac nos podrá sacar de un apuro. Pero no siempre tienes a tu alcance el primer Mcdonalds que se abrió en el mundo (actualmente hay unos 30.000) porque para eso tienes que estar en Chicago. Fue allá por el año 1955 cuando un tal Ray A. Crock fundó una hamburguesería para captar a la gente que viajaba de Chicago a Wisconsin y quería parar a comer algo. Pero no fue hasta unos meses después cuando retocó el restaurante que pasó a ser Mcdonalds, fue tras un viaje a California en el que había conocido a los hermanos Mcdonalds que tenían una técnica para preparar las hamburguesas «en serie» en tan solo un minuto. Les compró la franquicia y la exclusividad y a partir de ahí comenzó el imperio.
Es una interesante opción que tendremos en nuestro viaje, acercarnos al origen de la gran M que actualmente alberga un museo sobre la cadena pero seguro que también puedes apretarte unas cuantas calorías.